Desde su creación en 2005, los Activistas Internacionales por un Microbicida Rectal (IRMA) han tenido un crecimiento y un éxito significativo. A partir de un número de miembros que podía contarse con los dedos de una mano, IRMA ha construido una red de más de 500 activistas, investigadores y personas que redactan las políticas en más de 40 paises de los 5 continentes.

El objetivo de IRMA-ALC es trabajar en conjunto con IRMA, pero con el propósito específico de difundir información sobre los Microbicidas Rectales en nuestra parte del mundo, y, siempre que sea posible, en castellano y en otros idiomas regionales.

domingo, 24 de octubre de 2010

Comorbilidades en personas con VIH

La tasa de polipatología en pacientes seropositivos de mediana edad es similar a la observada en personas sin el virus de mayor edad
Según un estudio italiano cuyos resultados fueron presentados la semana pasada en el I Taller Internacional sobre Envejecimiento y VIH celebrado en Baltimore (EE UU), los pacientes con VIH de edades comprendidas entre 41 y 50 años tienen una prevalencia de múltiples comorbilidades no infecciosas semejante a la apreciada en personas seronegativas con edades entre 51 y 60 años. El estudio halló que las personas con VIH tienen una prevalencia mayor de cada una de las cinco enfermedades estudiadas: acontecimientos cardiovasculares, hipertensión, diabetes, fracturas óseas e insuficiencia renal.
Este análisis retrospectivo, de tipo caso-control, incluyó a 2.854 personas con VIH con experiencia en el uso de tratamiento antirretroviral, inscritas de forma consecutiva en unidades del VIH de centros hospitalarios de Módena (Italia) desde 2002 a 2009. Los investigadores emparejaron a cada persona con VIH con tres controles seronegativos por edad, sexo y etnia, incluidos en la base de datos del Observatorio ARNO, que registra datos epidemiológicos, de prescripciones farmacológicas, de admisiones y altas hospitalarias, y de pruebas diagnósticas y exámenes médicos de 11 millones de personas de toda Italia.
Los expertos buscaron tanto en los historiales de los casos con VIH como en los de los controles seronegativos la presencia de acontecimientos cardiovasculares, hipertensión, diabetes, fracturas óseas e insuficiencia renal, y definieron polipatología como la concurrencia de dos o más de estas enfermedades. Aunque la mayoría de los pacientes con VIH inscritos en el estudio procedían de una unidad especializada en enfermedades metabólicas, las tasas de prevalencia de las cinco comorbilidades o de polipatología en estos participantes no difirieron de las observadas en pacientes seropositivos atendidos en unidades generales del VIH.
El promedio de edad de la población total del estudio fue de 45,8 años. En el grupo de pacientes seropositivos, la duración mediana de la infección por VIH fue de 196 meses (rango intercuartil [RIC]: 136-248 meses). Los participantes con VIH habían tomado análogos de nucleósido durante un mediana de 111 meses (RIC: 60-152 meses), no análogos de nucleósido durante una mediana de 18 meses (RIC: 0-54 meses) e inhibidores de la proteasa durante una mediana de 38 meses (RIC: 0-74 meses). El recuento mediano nadir de CD4 [el más bajo alcanzado] fue de 170 células/mm3 (RIC: 66-263,5) y un 57,5% de las personas con VIH tuvieron un nadir de CD4 por debajo de 200 células/mm3. La carga viral era indetectable en un 71,3% de los integrantes del estudio.
Los resultados muestran que cada una de las enfermedades no infecciosas evaluadas fue más prevalente en los casos con VIH que en los controles seronegativos. Además, entre los pacientes seropositivos, la prevalencia de polipatología (concurrencia simultánea de dos o más enfermedades) fue significativamente mayor que en las personas sin VIH, y fue también más alta para cada uno de los grupos de edad analizados: de 40 años o menos: 3,9% en seropositivos frente a 0,5% en seronegativos; de 41 a 50 años: 9,0% en seropositivos frente a 1,9% en seronegativos; de 51 a 60 años: 20% en seropositivos frente a 6,6% en seronegativos; y de más de 60 años: 46,9% en seropositivos frente a 18,7% en seronegativos.
Los investigadores advirtieron que la tasa de polipatología entre las personas con VIH de 41 a 50 años fue similar a la observada en personas seronegativas de 51 a 60 años (9,0% y 6,6%; p= 0,282); y que la tasa de polipatología en pacientes seropositivos de 51 a 60 años fue parecida a la apreciada en personas sin VIH (20,0% y 18,7%).
Con el fin de identificar los factores pronóstico de polipatología, los autores del estudio diseñaron un modelo multivariable que consideró sexo, edad, recuento nadir de CD4 superior o inferior a 200 células/mmm3 y exposición acumulativa al tratamiento. El análisis reveló cuatros factores independientes predictores de polipatología: edad avanzada (p <0,001), sexo masculino (p <0,001), recuento nadir de CD4 por debajo de 200 células/mm3 (p <0,001) y cada año adicional bajo terapia antirretroviral (p <0,001).
En sus conclusiones, los investigadores advierten que la capacidad de detectar las comorbilidades en los pacientes con VIH podría haber diferido de la capacidad de detectar tales enfermedades en personas seronegativas, como consecuencia de los métodos de detección intrínsecamente diferentes utilizados. Pese a ello, reconocen la necesidad de estrategias más contundentes para el diagnóstico y tratamiento de las comorbilidades en personas con VIH en una edad más temprana.

La mayoría de las mujeres con VIH podrían percibir un envejecimiento prematuro

La intensidad de los síntomas asociados a la infección podría ser superior a la experimentada por los hombres

Según los resultados de un estudio llevado a cabo en el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Barcelona (España), el 80% de las mujeres y el 20% de los hombres que han vivido un mínimo de 15 años con infección por VIH afirmaron sentir que estaban envejeciendo de forma prematura.
Los investigadores contaron con la participación de 100 personas -60 hombres y 40 mujeres- que llevaban viviendo con VIH un mínimo de 15 años (una media de 18,5 ± 3,2 años). Los participantes cumplimentaron un cuestionario, desarrollado específicamente para el estudio, en el que se evaluaba la frecuencia, intensidad y capacidad de limitar la vida diaria de 19 síntomas asociados con la edad. Además, también se preguntaba a los integrantes del estudio si tenían la impresión de estar envejeciendo de manera precoz.
Casi todos los participantes tenían la infección por VIH bien controlada y tanto los grupos de mujeres como de hombres eran clínica y demográficamente similares. La edad media de los pacientes era de 48,3 ± 6,05 años, su recuento nadir de CD4, de 198 ± 131 células/mm3 y el recuento durante el estudio, de 573 ± 247,5 células/mm3. Cuarenta integrantes del estudio (el 40% de los hombres y el 45% de las mujeres) estaban coinfectados por el virus de la hepatitis C (VHC) y 78 tenían una carga viral inferior a 25 copias/mL.
En conjunto, los síntomas más frecuentes fueron: fatiga (91%), dolor articular (83%), pérdida de memoria (82%), dificultades de concentración (82%), ansiedad (82%), problemas para dormir (79%), tristeza (79%), pérdida de interés por el sexo (78%) y piel seca (77%). Algunos de los síntomas fueron más habituales en mujeres que en hombres desde el punto de vista significativo (véase la tabla adjunta).
 Frecuencia de los síntomas en hombres y mujeres:
Síntoma
Hombres
Mujeres
Valor de p
Fatiga
85%
100%
0,04
Dificultades asociadas a la morbilidad
61%
82%
0,02
Descenso del grosor del pelo
48%
74%
0,01
Tristeza
72%
91%
0,02
Ansiedad
76%
92%
0,04
Problemas para conciliar el sueño
74%
91%
0,04
En una escala de 5 puntos que evaluaba la intensidad de los síntomas, las mujeres presentaron unos valores significativamente superiores a los de los hombres en cuanto a las dificultades asociadas con la morbilidad (2,92 ± 1,44 y 2,03 ± 1,23 en mujeres y hombres, de forma respectiva; p= 0,04), el dolor articular (3,35 ± 1,25 y 2,80 ± 1,25 en mujeres y hombres, respectivamente; p= 0,04), las dificultades para mantener el equilibrio (2,30 ± 1,22 y 1,78 ± 0,96 en mujeres y hombres, de forma respectiva; p= 0,02), la sequedad de la piel (3,30 ± 1,25 y 2,65 ± 1,41 en mujeres y hombres, respectivamente; p= 0,02), eldescenso del grosor del pelo (2,96 ± 1,14 y 2,04 ± 1,39 en mujeres y hombres, de forma respectiva; p= 0,001), la tristeza (3,56 ± 1,18 y 2,8 ± 1,06 en mujeres y hombres, respectivamente; p= 0,02), la ansiedad (3,34 ± 1,20 y 2,6 ± 1,23 en mujeres y hombres, de forma respectiva; p = 0,006) y en la pérdida de interés sexual (3,79 ± 1,31 y 2,80 ± 1,28 en mujeres y hombres, respectivamente; p= 0,006).
Cuarenta y tres participantes manifestaron percibir que estaban envejeciendo de manera prematura (el 80% de las mujeres y el 18% de los hombres; p <0,001). Una proporción de mujeres significativamente superior a la de los hombres señaló que dichos síntomas limitaban su vida personal (82% y 63%, de forma respectiva; p= 0,04) y su actividad laboral (77% y 53%, respectivamente; p= 0,02).
Los investigadores concluyeron que la población femenina suele ser más apta que la masculina para percibir y comunicar problemas clínicos y psicológicos. Aun así, los autores destacaron que la prevalencia de síntomas era elevada en ambos grupos. El alto porcentaje de personas coinfectadas podría haber contribuido a esta alta tasa de síntomas. Los responsables del estudio sugirieron que las mujeres podrían ser más vulnerables al impacto de las manifestaciones clínicas que los hombres.

Una nueva aplicación informática ayuda a predecir qué tratamiento anti-VIH podría funcionar mejor en un paciente determinado

Según un comunicado de prensa difundido a principios de octubre por HIV Resistance Response Database Initiative (RDI), este grupo de investigación independiente y sin ánimo de lucro del Reino Unido acaba de lanzar una aplicación informática, gratuita y disponible en Internet, que permitirá ayudar a los médicos especializados en VIH a seleccionar la mejor combinación antirretroviral para sus pacientes.
RDI se creó en 2002 con la misión de mejorar el manejo clínico de la infección por VIH a través de la aplicación de la bioinformática. Fruto de su labor ha sido la creación de una gran base de datos que contiene información sobre resultados de tratamiento y resistencia a los fármacos antirretrovirales de cerca de 70.000 pacientes procedentes de más de 15 países.
Para personas que empiezan la terapia antirretroviral por primera vez, las opciones son normalmente bastante claras. Dado que todas las combinaciones recomendadas por los paneles de expertos y autoridades sanitarias han mostrado su seguridad y eficacia a la hora de controlar el virus y reducir la replicación del VIH hasta niveles indetectables, la elección, por lo general, se reduce a la combinación que será más fácil de tomar y tiene menos efectos secundarios problemáticos. Sin embargo, para aquellos pacientes que están tomando su tercer, cuarto o quinto régimen -o para aquellas personas que han sido infectadas por cepas de VIH resistente-, las decisiones sobre tratamiento pueden suponer un desafío. Actualmente, en este contexto, los médicos necesitan revisar los resultados a menudo complejos de las pruebas de genotipado, que identifican las mutaciones de resistencia a los fármacos que el virus ha desarrollado, junto con el historial terapéutico del paciente, para identificar qué combinación tiene más probabilidades de funcionar.
Ahora, esta nueva herramienta informática desarrollada por RDI permitirá a los médicos hacer predicciones más precisas sobre regímenes antirretrovirales que podrían funcionar mejor en sus pacientes. La aplicación, llamada Sistema de Predicción de Respuesta al Tratamiento del VIH (HIV-TRePS, en sus siglas en inglés), utiliza simulaciones informáticas basadas en los historiales médicos de más de 70.000 personas con VIH de todo el mundo para determinar qué tratamientos funcionarán mejor en un paciente determinado.
Para emplear la herramienta, a la que se puede acceder de forma gratuita previo registro en la página web de RDI (http://www.hivrdi.org/treps/login.php), el profesional sanitario necesitará introducir los resultados de la prueba de resistencia genotípica, la carga viral, el recuento de CD4 y el historial de tratamiento del paciente. En cuestión de segundos, la aplicación proporciona una lista de combinaciones clasificadas por su potencia y tolerabilidad. El modelo calcula la probabilidad de cada combinación de fármacos para reducir la carga viral por debajo del nivel de detección (<50 copias/mL) sobre la base de miles de casos clínicos reales.
"Estamos ante un desarrollo muy emocionante: el sistema literalmente pone la experiencia de tratar a miles de pacientes diferentes al alcance del médico", ha señalado Julio Montaner, del Centro para la Excelencia en VIH/Sida de la Columbia Británica en Vancouver (Canadá). "Tiene el potencial para mejorar los resultados de las personas con VIH/sida en todo el mundo, sobre todo donde los recursos y los conocimientos son escasos".
HIV-TRePS mostró durante su período de desarrollo y pruebas una precisión de aproximadamente un 80%, una tasa más elevada que otros métodos disponibles con una precisión cercana a un 54% para predecir qué regímenes podrían funcionar mejor. Con todo, los responsables de la aplicación advierten de que este sistema informático no debería sustituir al criterio y la atención del especialista en VIH
“Estamos muy entusiasmados con el lanzamiento de este sistema, que es un hito para nosotros, nuestros socios de investigación en todo el mundo y también para el uso de la bioinformática aplicada en medicina", ha indicado Brendan Despensa, presidenta científica de RDI. "Creemos que este enfoque puede marcar una diferencia significativa en una variedad de escenarios y enfermedades".La herramienta podría ser de gran utilidad para profesionales de la salud de países donde los recursos y la experiencia son escasos



Según un comunicado de prensa difundido a principios de octubre por HIV Resistance Response Database Initiative (RDI), este grupo de investigación independiente y sin ánimo de lucro del Reino Unido acaba de lanzar una aplicación informática, gratuita y disponible en Internet, que permitirá ayudar a los médicos especializados en VIH a seleccionar la mejor combinación antirretroviral para sus pacientes.
RDI se creó en 2002 con la misión de mejorar el manejo clínico de la infección por VIH a través de la aplicación de la bioinformática. Fruto de su labor ha sido la creación de una gran base de datos que contiene información sobre resultados de tratamiento y resistencia a los fármacos antirretrovirales de cerca de 70.000 pacientes procedentes de más de 15 países.
Para personas que empiezan la terapia antirretroviral por primera vez, las opciones son normalmente bastante claras. Dado que todas las combinaciones recomendadas por los paneles de expertos y autoridades sanitarias han mostrado su seguridad y eficacia a la hora de controlar el virus y reducir la replicación del VIH hasta niveles indetectables, la elección, por lo general, se reduce a la combinación que será más fácil de tomar y tiene menos efectos secundarios problemáticos. Sin embargo, para aquellos pacientes que están tomando su tercer, cuarto o quinto régimen -o para aquellas personas que han sido infectadas por cepas de VIH resistente-, las decisiones sobre tratamiento pueden suponer un desafío. Actualmente, en este contexto, los médicos necesitan revisar los resultados a menudo complejos de las pruebas de genotipado, que identifican las mutaciones de resistencia a los fármacos que el virus ha desarrollado, junto con el historial terapéutico del paciente, para identificar qué combinación tiene más probabilidades de funcionar.
Ahora, esta nueva herramienta informática desarrollada por RDI permitirá a los médicos hacer predicciones más precisas sobre regímenes antirretrovirales que podrían funcionar mejor en sus pacientes. La aplicación, llamada Sistema de Predicción de Respuesta al Tratamiento del VIH (HIV-TRePS, en sus siglas en inglés), utiliza simulaciones informáticas basadas en los historiales médicos de más de 70.000 personas con VIH de todo el mundo para determinar qué tratamientos funcionarán mejor en un paciente determinado.
Para emplear la herramienta, a la que se puede acceder de forma gratuita previo registro en la página web de RDI (http://www.hivrdi.org/treps/login.php), el profesional sanitario necesitará introducir los resultados de la prueba de resistencia genotípica, la carga viral, el recuento de CD4 y el historial de tratamiento del paciente. En cuestión de segundos, la aplicación proporciona una lista de combinaciones clasificadas por su potencia y tolerabilidad. El modelo calcula la probabilidad de cada combinación de fármacos para reducir la carga viral por debajo del nivel de detección (<50 copias/mL) sobre la base de miles de casos clínicos reales.
"Estamos ante un desarrollo muy emocionante: el sistema literalmente pone la experiencia de tratar a miles de pacientes diferentes al alcance del médico", ha señalado Julio Montaner, del Centro para la Excelencia en VIH/Sida de la Columbia Británica en Vancouver (Canadá). "Tiene el potencial para mejorar los resultados de las personas con VIH/sida en todo el mundo, sobre todo donde los recursos y los conocimientos son escasos".
HIV-TRePS mostró durante su período de desarrollo y pruebas una precisión de aproximadamente un 80%, una tasa más elevada que otros métodos disponibles con una precisión cercana a un 54% para predecir qué regímenes podrían funcionar mejor. Con todo, los responsables de la aplicación advierten de que este sistema informático no debería sustituir al criterio y la atención del especialista en VIH
“Estamos muy entusiasmados con el lanzamiento de este sistema, que es un hito para nosotros, nuestros socios de investigación en todo el mundo y también para el uso de la bioinformática aplicada en medicina", ha indicado Brendan Despensa, presidenta científica de RDI. "Creemos que este enfoque puede marcar una diferencia significativa en una variedad de escenarios y enfermedades".

Nuevas recomendaciones en cuanto a prevención, diagnóstico y tratamiento de la pérdida de densidad ósea en personas con VIH


Debería realizarse un escaneado DEXA a los hombres mayores de 50 años y a las mujeres posmenopáusicas
Según las recomendaciones de una nueva guía estadounidense publicada en la edición del 15 de octubre de Clinical Infectious Diseases, las mujeres posmenopáusicas con VIH y los hombres seropositivos mayores de 50 años deberían hacerse pruebas de medición de la densidad mineral ósea (DMO).
El panel de expertos en VIH y enfermedades metabólicas que desarrolló la guía también destacó la necesidad de investigar los mecanismos subyacentes al desarrollo de osteopenia y osteoporosis en esta población.
Aunque existan estudios contradictorios al respecto, se han documentado con frecuencia niveles bajos de DMO en personas con VIH, especialmente entre aquéllas que toman terapiaantirretroviral, en las cuales se han observado reducciones de entre el 2 y el 6% de la DMO durante los dos primeros años de tratamiento -una tasa de disminución similar a la apreciada durante los dos primeros años de la menopausia-.
En los últimos tiempos, diversos estudios han mostrado una incidencia superior de fracturas derivadas de la fragilidad ósea en personas con VIH a la detectada en aquéllas no infectadas por el virus de edad parecida.
La pérdida de DMO en pacientes con VIH puede responder a la combinación de diversos factores, como la propia infección, el consumo de alcohol y tabaco, bajos niveles de vitamina D y la terapia antirretroviral, entre otros.
Las recomendaciones para la población general incluyen la realización de un escaneado DEXA (absorciometría dual de rayos X, en sus siglas en inglés) a cualquier persona con fragilidad ósea, a mujeres mayores de 65 años y a hombres mayores de 70. Para las personas con factores de riesgo adicionales,como mujeres posmenopáusicas y hombres con más de 50 años, se aconseja el escaneado DEXA. La nueva guía sitúa a los pacientes con VIH dentro del grupo de personas con riesgo añadido. Los autores de la guía señalaron que la prueba debería repetirse cada 2-5 años si los resultados no indican la necesidad de recibir tratamiento.
Los expertos explicaron que aunque la infección por VIH y la terapia antirretroviral se consideran factores de riesgo independientes de osteopenia y osteoporosis, entre las personas seropositivas, un bajo peso, un déficit de estrógenos o testosterona, el uso de corticoides, el síndrome de malabsorción, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el empleo de opiáceos, el recuento de CD4 nadir, la duración de la infección por VIH, la presencia delipodistrofia, la resistencia a la insulina y los niveles elevados de ácido láctico constituyen factores relacionados habitualmente con descensos de la DMO.
De acuerdo con los autores de la guía, tanto las personas con VIH como los médicos que las tratan deberían centrarse en factores importantes para la salud ósea, como una nutrición adecuada, sobre todo en lo que se refiere a la toma de vitamina D y calcio. Así, en la guía se recomienda ingerir diariamente 1.000-1.500mg de calcio y 800-1.000 UI de vitamina D. Aunque el sol incrementa los niveles de esta última, los expertos indicaron que no puede establecerse un grado de exposición a los rayos solares que aumente los niveles de vitamina D sin elevar el riesgo de padecer cáncer.
En personas con niveles bajos de testosterona, puede considerarse el uso de terapia de sustitución a través de la toma de testosterona exógena.
Otro factor importante es la realización de ejercicio físico, ya que incrementa la densidad mineral ósea. De este modo, los expertos aconsejan efectuar ejercicios con pesas, caminar o hacer jogging treinta minutos tres veces por semana.
El alendronato (Fosamax®) y el zolendronato (Zometa®son dos fármacos para el tratamiento de primera línea de la osteoporosis en la población general. Ambos han sido evaluados en ensayos clínicos en personas con VIH y han aportado unos beneficios similares a los observados en la población no infectada con un patrón de efectos adversos semejante.
Sin embargo, como no se dispone de datos relativos al empleo de estos fármacos en pacientes con VIH a largo plazo, los momentos óptimos para empezar la terapia y para interrumpirla no están bien definidos. Algunos expertos recomiendan suspender la toma de estos medicamentos a los 5 años, durante los cuales debe realizarse un seguimiento minucioso.
En cuanto al tratamiento anti-VIH, los autores advirtieron que no existen estudios consistentes que sugieran que la sustitución de unos antirretrovirales por otros mejore la DMO y reduzca el riesgo de fracturas. No obstante, en algunas investigaciones se ha apuntado que tenofovir (Viread®; también en Truvada® ó Atripla®) podría estar asociado con disminuciones de la densidad mineral ósea y con un incremento en el riesgo de fracturas. Es por ello que los expertos indicaron que, para personas con baja DMO que toman este antirretroviral, sería recomendable un mayor seguimiento o contemplar su posible sustitución.
Fuente: Gtt-vih.org

miércoles, 13 de octubre de 2010

Activistas Internacionales por un Microbicida Rectal (IRMA) se complace en anunciar el lanzamiento del Tercer Ensayo de Microbicidas Rectales

El  tercer ensayo  para un microbicida rectal a nivel mundial se puso en marcha el día de hoy en Pittsburgh, Pennsylvania. Con la pronta adhesión de sitios en Boston, Massachusetts, y en Birmingham, Alabama. Los científicos pondrán a prueba la seguridad rectal y la aceptabilidad del gel de tenofovir, un microbicida desarrollado para el uso vaginal que ha demostrado prometedores resultados para la prevención del VIH mediante relaciones sexuales vaginales. Dependiendo del resultado de este nuevo estudio, el gel de tenofovir podría ser evaluado más a fondo para determinar si se puede reducir el riesgo de VIH entre los hombres y las mujeres que practican relaciones sexuales anales receptivas.

"Activistas Internacionales por un Microbicida Rectal (IRMA) felicita a la Red de Ensayos de Microbicidas y sus socios en el lanzamiento histórico de este tercer estudio de fase I  para analizar la seguridad y aceptabilidad de un gel microbicida aplicado por vía rectal," dijo Jim Pickett , Presidente IRMA y director del apartado de Activismo de Chicago Aids Foundation (Fundación del SIDA de Chicago). "Esto nos lleva un paso más adelante hacia el desarrollo de microbicidas rectales seguros y efectivos para su uso durante el coito anal", agregó.

Esta nueva fase del estudio de microbicidas rectales conocido como MTN-007, tiene por objeto determinar si el uso rectal de gel de tenofovir es seguro, y, en particular, no hace que las células del recto sean más vulnerables frente al VIH. Los investigadores también harán un sondeo entre los participantes del ensayo respecto a la conveniencia del gel. En el estudio MTN-007 se inscribirán 60 hombres y mujeres en la Universidad de Pittsburgh en Pennsylvania, Universidad de Birmingham en Alabama y Fenway Health en Boston. El estudio será dirigido por el Dr. Ian McGowan, MD, Ph.D., de la Universidad de Pittsburgh, co-investigador principal de MTN (Red de Ensayos de Microbicidas) y Vicepresidente Científico de IRMA.

Poco se sabe acerca de gel de tenofovir utilizado por vía rectal, pero nuestro conocimiento avanza con la ciencia. Los estudios de laboratorio realizados aplicando a nivel rectal el gel tenofovir  en animales han sugerido que es seguro para las pruebas en seres humanos. De hecho, Investigadores del MTN acaban de terminar el primer ensayo de Fase I con 18 participantes  llamada RMP-02/MTN-006, en colaboración con el Programa de Desarrollo de Microbicidas de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Si bien los resultados de RMP-02/MTN-006 no se esperan hasta principios de 2011, los investigadores han hecho ya las recomendaciones para las modificaciones sobre la formulación del gel. RPT-007 está evaluando la nueva formulación, que todavía contiene la misma cantidad de fármaco activo – (1 por ciento tenofovir%) -, pero tiene una menor concentración de glicerina (un aditivo que se encuentran en muchos tipos de productos) para que sea más favorable para el uso rectal.

"Es muy alentador ver el campo de los microbicidas rectales avanzando",  Kadiri Audu Vicepresidente de la Comunidad de IRMA, quien también dirige el capítulo IRMA Nigeria ", y espero que los ensayos tengan lugar en África." Y añadió: "Los hombres gay y otros hombres que tienen sexo con hombres en África tienen altas tasas de infección por el VIH, además sabemos que el sexo anal sin protección entre heterosexuales es relativamente común en el continente y contribuye con un número importante de infecciones de VIH”.

“Por mucho que sabemos que los microbicidas vaginales son indispensables para dar a las mujeres una herramienta de prevención adicional, los microbicidas rectales son absolutamente esenciales para las mujeres, hombres y personas transexuales que practican relaciones sexuales anales receptivas. "


Si bien el campo de los microbicidas rectales ha adquirido un impulso significativo, más atención y recursos  son fundamentales. En 2010, 7,2 millones dólares están siendo destinados en la investigación de microbicidas rectales a nivel mundial. IRMA ha calculado que la inversión anual debe aumentar en un 40% desde 2011 hasta 2014, a 10 millones de dólares por año y debe aumentar hasta los 44 millones  de dólares (más de seis veces) entre los años 2015 y 2020 para garantizar un mínimo de productos candidatos que logren alcanzar la fase de investigación avanzada en las pruebas de eficacia.

lunes, 11 de octubre de 2010

La mayoría de los hombres gays de EE UU apoyan las leyes sobre la transmisión del VIH


Dos terceras partes de los varones gays de EE UU consideran que debería ser ilegal que un hombre con VIH mantenga relaciones sexuales anales sin protección sin haber revelado su estado serológico, según informa un equipo de investigadores en la edición de octubre de AIDS Care.



“La creencia de que [dicho comportamiento] debería ser ilegal estuvo relacionada con tener un estado serológico al VIH negativo o desconocido, un menor nivel cultural, tener una orientación sexual no gay, vivir en un estado percibido como hostil frente a las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales, declarar un menor número de parejas con las que se mantuvieron relaciones sexuales sin protección (...) y sentir un mayor grado de responsabilidad”, escriben los autores.
Desde 2008, al menos treinta personas han sido procesadas en EE UU por exponer a terceros al VIH. Las penas previstas varían entre los estados, y van desde una pequeña multa hasta una prolongada estancia en prisión. El impacto de dichas leyes sobre los esfuerzos preventivos del VIH es objeto de encendidos debates. Además, existen incertidumbres sobre las actitudes de las comunidades más afectadas por el VIH en lo que refiere a la criminalización de la exposición al virus.
Los varones homosexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH) siguen constituyendo el grupo más afectado por el VIH en el país norteamericano. En consecuencia, un equipo de investigadores decidió, en 2008, emplear sitios web sociales de temática gay para inscribir a 1.725 hombres en un estudio diseñado para describir:
  • las actitudes generales respecto a la criminalización de la exposición al VIH debido a la práctica de sexo anal no seguro sin haber revelado el estado serológico al VIH; y
  • los factores relacionados con dichas actitudes.
En conjunto, el 65% de los hombres consideraban que debería ser ilegal que las personas con VIH mantuvieran sexo sin protección sin haber revelado su estado serológico, el 23% pensó que no debería ser ilegal y el 12% no sabía.
El respaldo a la criminalización fue más elevado (79%) entre los hombres de entre 18 y 20 años de edad, mientras que entre los de la franja de 41 a 70 años, el apoyo fue el más bajo (56%). El equipo de investigadores señala que los hombres gays más jóvenes fueron significativamente menos propensos a haberse sometido a una prueba del VIH. En otro estudio, se había comprobado que los varones que no se habían realizado la prueba eran más tendentes a adoptar una estrategia de prevención del VIH basada en la revelación del estado serológico, “que gana credibilidad debido a las leyes sobre transmisión”.
La inmensa mayoría de los hombres sin VIH (70%) y de los que no se sometieron a la prueba (69%) apoyaron las sanciones legales, pero sólo el 38% de los varones seropositivos aprobaron la estrategia de la criminalización. “Es muy probable que estas diferencias reflejen un cambio de actitud respecto a la criminalización de la transmisión del VIH tras la seroconversión”, comenta el equipo de investigadores.
Los hombres con los menores niveles educativos fueron más proclives a estar de acuerdo con la criminalización (75%), mientras que los que tenían un título universitario fueron los menos propensos a apoyarla (58%).
Más de tres cuartas partes de los hombres que no se identificaron como gays o bisexuales dieron su respaldo a la criminalización, frente al 63% de los que tenían algún tipo de identidad gay.
Por otra parte, los que se mostraban menos cómodos con su orientación sexual fueron los que más tendieron a aprobar dicha criminalización.
El hecho de vivir en un estado percibido como hostil frente a las personas gays, bisexuales, lesbianas y transexuales también estuvo relacionado con el apoyo a la criminalización.
El comportamiento sexual, asimismo, resultó significativo. Los hombres que afirmaron haber tenido dos o más episodios de sexo anal sin protección en los tres meses anteriores fueron menos propensos a apoyar la criminalización (52%), mientras que los que no declararon ningún tipo de práctica sexual sin protección fueron los que más se inclinaron por dicho apoyo (69%).
Finalmente, el equipo de investigadores descubrió que el sentido de la responsabilidad estuvo relacionado con el apoyo a las leyes sobre criminalización.
El análisis estadístico evidenció que los hombre con VIH fueron menos proclives a apoyar la criminalización (cociente de probabilidades [CP]: 0,33;intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 0,24 - 0,44), al igual que los que tenían mayores grados académicos (CP: 0,42; IC95%: 0,27 - 0,64). El hecho de residir en un estado percibido como más amigable hacia la homosexualidad también estuvo asociado con un menor respaldo a la criminalización (CP: 0,75; IC95%: 0,59 - 0,96), del mismo modo que el haber tenido un mayor número de episodios de sexo anal sin protección (CP: 0,72; IC95%: 0,56 - 0,93) y un menor sentimiento de responsabilidad hacia la salud sexual de sus parejas (CP: 0,75; IC95%: 0,69 - 0,81).
Por el contrario, los hombres que no se identificaron como gays o bisexuales fueron un 54% más propensos a apoyar la criminalización (CP: 1,54; IC95%: 1,08 - 2,02).
Los autores no descubrieron ninguna prueba de que las leyes disuadieran de los comportamientos sexuales de alto riesgo. Sin embargo, concluyen: “Es necesario realizar más estudios para examinar si actúan como una barrera que evite que los HSH en situación de mayor riesgo adquieran o transmitan el VIH”.
La investigación realizada en 2006 entre HSH de Inglaterra y Gales encontró una fuerte relación entre las expectativas de que un hombre revelara su estado serológico al VIH a sus posibles parejas sexuales y el apoyo al procesamiento penal de la transmisión del virus. Los autores de dicho estudio, realizado por SIGMA Research en la Universidad de Portsmouth, concluyeron que la estrategia de enjuiciar las transmisiones sirvió para reforzar la expectativa de que los hombres revelarían su estado serológico, impidiendo así cualquier esfuerzo preventivo del VIH que buscase educar a los varones para que no dieran por sentado que la posible pareja sexual no tenía el virus basándose sólo en que no lo dijo abiertamente.

Fuente: http://gtt-vih.org