Desde su creación en 2005, los Activistas Internacionales por un Microbicida Rectal (IRMA) han tenido un crecimiento y un éxito significativo. A partir de un número de miembros que podía contarse con los dedos de una mano, IRMA ha construido una red de más de 500 activistas, investigadores y personas que redactan las políticas en más de 40 paises de los 5 continentes.

El objetivo de IRMA-ALC es trabajar en conjunto con IRMA, pero con el propósito específico de difundir información sobre los Microbicidas Rectales en nuestra parte del mundo, y, siempre que sea posible, en castellano y en otros idiomas regionales.

martes, 6 de diciembre de 2011

IRMA Expresa su descontento y hace un llamado para la continuidad del Proyecto MTN 017

25 de noviembre de 2011

Activistas Internacionales por un Microbicida Rectal (IRMA) quiere expresar por este medio su descontento respecto al anuncio realizado el día de hoy sobre la suspensión del estudio de Microbicidas Vaginales, a cargo de la Red de Estudios sobre Microbicidas (MTN, Microbicide Trial Network por sus siglas en Inglés). VOICE había estado explorando 2 diferentes estrategias de prevención basadas en ARV desde que comenzó a inscribir a mujeres en las zonas de mayor incidencia en Sudáfrica, Uganda y Zimbabue desde el 2009.

MTN anunció que el brazo del estudio VOICE que investigaba el uso diario de un gel a base de Tenefovir fue suspendido luego de una revisión regular llevada a cabo por el Comité Independiente de Control de Seguridad de los datos, que reveló que si bien el gel era seguro, no había demostrado efectividad en la prevención de la infección del VIH en mujeres. Esto ocurre luego de que aproximadamente 2 meses atrás VOICE anunciara la suspensión del brazo del estudio sobre la ingesta vía oral de Tenefovir que tampoco resultó efectiva para prevenir el VIH dentro del estudio. VOICE continuará estudiando la seguridad y efectividad de las pastillas de Truvada.


“Son muy malas noticias, habiendo pasado tan poco tiempo luego de la suspensión del brazo del estudio de Tenefovir vía oral, nos sentimos profundamente decepcionados" Dijo Jim Pickett, director de IRMA. "Habían muchas esperanzas puestas -y recursos- en el desarrollo de un gel vaginal, y nadie está feliz con estos resultados".

La ruta científica es larga, difícil y a menudo complicada. Mientras que esto no era la información que nadie quería escuchar, aprenderemos más del por qué el gel de tenofovir no funcionó en este estudio bien llevado. Por el momento no sabemos si fue un asunto de adherencia, biología o conductas sexuales, o una mezcla de las tres.

Muy a menudo la transmisión entre heterosexuales es presumida, por defecto, a través de las relaciones sexuales vaginales sin protección. Sería interesante saber qué cantidad de sexo anal fue reportado en el estudio. Una relación sexual anal sin protección es entre 10 a 20 veces más riesgosa para la infección por VIH en comparación al sexo vaginal.  Si al menos una pequeña parte de las participantes del estudio VOICE han estado teniendo sexo anal, esto podría influir y confundir la eficacia del gel vaginal que está siendo probado". Afirmó Pickett.

Es crítico que la fase II del estudio MTN-017 sobre microbicidas rectales continúe tal y como está planeado. MTN-017 estudiará una formulación modificada de Tenefovir en gel, que será aplicado de forma rectal entre hombres gays y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) en Tailandia, Sudáfrica, Perú y los Estados Unidos, con un lanzamiento provisto para mediados del año 2012. Dado que el avance de MTN-017  depende del estudio MTN-007 que probó la seguridad rectal y la aceptabilidad de este gel, podríamos esperar resultados muy pronto. Si los resultados de este estudio demuestran que esta formulación modificada de Tenefovir es segura y aceptable cuando se utiliza de manera anal, el estudio MTN-017 debería llevarse adelante.

" Los hombres gays y otros HSH  sufren de una altísima prevalencia en cualquier parte del mundo, y su mayor grado de exposición ocurre con el sexo anal sin protección. Por esto es imperativo que estudiemos productos para uso rectal. El recto es un espacio mucho más frágil que la vagina y tiene otras características que aumentan las probabilidades de que ocurra un infección por VIH" aseveró Pickett. "Dado que el sexo anal es una conducta humana normal no solamente en hombres gays y otros hombres que tienen sexo con hombres -pues al final de todo, todos tenemos recto- Desarrollar un microbicida rectal que sea seguro, efectivo, aceptable y accesible, será importante para la salud y bienestar de millones de mujeres y hombres en África y en todo el mundo"


IRMA está complacida de que el estudio FACTS 001, un estudio de fase III  que se lleva a cabo en Sudáfrica luego de probar el mismo régimen de gel de Tenofovir utlizado en CAPRISA 004 planea continuar. IRMA también está entusiasmada con el próximo estudio de III fase que probará un anillo vaginal que contiene ARV Dapivirine. Métodos de entrega tales como un anillo vaginal pueden mejorar la adherencia y la disponibilidad del medicamento. 
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IRMA (www.rectalmicrobicides.org), un proyecto de AIDS Foundation of Chicago (www.aidschicago.org)  es una red global de activistas, investigadores, personas que redactan las políticas y auspiciadores comprometidos en la investigación y el desarrollo de un microbicida rectal que sea seguro, efectivo, aceptable y accesible para todo aquel que lo necesite. 

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Un gel microbicida con tenofovir puede prevenir el herpes genital, además de la infección por VIH

Los resultados podrían servir para encontrar la mejor manera de tratar ambos virus a la vez


Un gel vaginal que contiene el fármaco tenofovir (Viread® y también en los comprimidos combinados Truvada® y Atripla®), un antirretroviral que pertenece a la familia de los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido (ITIN), consiguió inhibir la replicación del virus del herpes simple (VHS), según informa un equipo de investigadores en la edición de 4 de octubre de la revista Cell Host and Microbes. Este descubrimiento puede ayudar a identificar fármacos para tratar los dos virus incluso con más eficacia.
Durante la pasada Conferencia Internacional sobre el Sida -celebrada el pasado año en la ciudad de Viena (Austria)- se presentaron los resultados de un ensayo denominado CAPRISA 004, que evidenciaron que el uso de un gel microbicida vaginal con una concentración del 1% de tenofovir había demostrado ser capaz de reducir la infección por VIH aproximadamente en un 40%. Dichos hallazgos también evidenciaron la existencia de un efecto protector frente a la adquisición del VHS-2.
La infección por VIH está vinculada de forma estrecha con la causada por el virus del herpes simple. Las personas que padecen herpes genital corren un riesgo superior de infección por VIH que las personas sin VHS.
El organismo, gracias a la acción de las enzimas celulares, transforma el fármaco tenofovir en otra forma química que tiene actividad anti-VIH. En este estudio se ha descubierto que este derivado de tenofovir no sólo es capaz de suprimir el VIH, sino que también tiene actividad frente al VHS. De forma específica, los investigadores evidenciaron que esta forma activa de tenofovir puede desactivar un enzima que el virus necesita para reproducirse.
El equipo de investigadores examinó tanto las células individuales como los grupos de ellas infectadas por VHS y descubrió que la presencia de elevadas concentraciones de tenofovir bloqueaba la capacidad del virus para reproducirse. El estudio también confirmó que el fármaco no dañaba las células (en las pruebas se incluyeron las células que recubren la vagina, que constituyen las dianas tanto del VHS como del VIH).
Los autores también examinaron los efectos de tenofovir en muestras de tejido. Para ello, inyectaron VHS en tejidos procedentes de las amígdalas y del cuello del útero y le aplicaron el fármaco. Se comprobó que, tras 12 días, las concentraciones de VHS eran entre 1 y el 13% de los niveles virales observados en los tejidos sin tratar. También se observó que el uso de tenofovir bloqueó la reproducción viral en los tejidos infectados simultáneamente por VIH y VHS.
El uso de tenofovir en ratones de laboratorio infectados por el virus del herpes también consiguió evitar la aparición de los síntomas de la infección y prolongó la supervivencia de los animales, según descubrieron los autores del estudio.
El uso oral de tenofovir ya había demostrado ser capaz de inhibir la reproducción del VIH, pero no se sabía que podía bloquear el VHS. Cuando se utiliza el gel, la cantidad de tenofovir en los tejidos afectados es unas 100 veces superior a la concentración presente en el organismo cuando el fármaco se toma por vía oral. Esto explicaría por qué no se había registrado con anterioridad la actividad en contra del herpes.
En estudios anteriores, este equipo de investigadores había demostrado que un fármaco anti-VHS (aciclovir) adquiría actividad anti-VIH una vez dentro de las células. Ahora creen que el siguiente paso será encontrar la forma en la que estos fármacos resultan más potentes frente a ambos virus a la vez.
Los descubrimientos encaminados a encontrar nuevos usos de fármacos ya aprobados tienen el potencial de ahorrar millones de dólares. Por lo general, el desarrollo de nuevos medicamentos requiere realizar pruebas de seguridad y eficacia que se prolongan durante varios años antes de conseguir la aprobación para su uso en pacientes. El descubrimiento de nuevos usos de un fármaco ya aprobado permite acortar y abaratar este proceso, ya que la mayor parte de las pruebas ya se han realizado con anterioridad.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

El sexo anal, más popular que nunca

Estudio del Journal of Sexual Medicine revela que la popularidad del sexo anal se ha duplicado en las últimas dos décadas; al parecer esta práctica ha comenzado a vivir sus años dorados.
Un nuevo y altisonante estudio del prestigiado Journal of Sexual Medicine ha revelado que el sexo anal podría estar comenzando a vivir sus años dorados. De acuerdo con la información resultante de esta investigación, al menos el 20% de las mujeres entre 18 y 19 años han experimentado este tipo de relación al menos una vez en su vida, mientras que el 40% de las chicas entre 20 y 24 años admitieron haber sido convencidas por sus novios para probar esta polémica interacción.
Finalmente encontramos que una de cada cinco mujeres ha tenido una experiencia de este tipo en el último año, en contraste con solo un 10% en 1992. A grandes rasgos esto quiere decir que se ha duplicado la popularidad de esta “disciplina”.
Pero la revelación no termina ahí, ya que el 11% de los hombres entre 20 y 24 años afirmó que le ha tocado interpretar el rol del “camino sin salida” al menos una vez en su vida. Esto resulta aún más sorprendente si consideramos que en 1992 solo el 2% de los hombres aceptaron algo similar.
Esto puede interpretarse por un lado como que el sexo anal se ha popularizado entre los hombres, incluso los heterosexuales, y que ahora hay mucho menos complejo de admitir una experiencia así que hace dos décadas.

jueves, 18 de agosto de 2011

Más datos procedentes del estudio iPrEx sobre profilaxis preexposición

El estudio iPreX OLE analizará la eficacia a largo plazo y el comportamiento de las personas sin VIH que toman de forma prolongada tratamiento antirretroviral para evitar la infección.



En la VI Conferencia sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH, celebrada recientemente en Roma (Italia), se presentaron los últimos datos procedentes del ensayo iPrEx, en el que se probó el uso de una combinación de tenofovir y emtricitabina (TDF/FTC, Truvada®) como régimen de profilaxis preexposición (PPrE).
Este estudio constituyó la primera prueba de la eficacia de esta estrategia preventiva en la población de hombres que practican sexo con otros hombres (HSH) y mujeres transexuales. Por su parte, los estudios Partners PrEP y TDF2 han aumentado el alcance del descubrimiento, demostrando la eficacia de la profilaxis preexposición también en la población masculina y femenina heterosexual.
En el iPrEx se distribuyó de forma aleatoria a 2.499 hombres y mujeres transexuales (es decir, todos los participantes habían nacido de sexo masculino) que practicaban sexo con hombres para recibir TDF/FTC o placebo una vez al día.
Los nuevos análisis incluyeron datos del ensayo recopilados hasta agosto de 2010, o sea, cuatro meses después de la fecha de corte del estudio ya publicado, y arrojaron los siguientes resultados:
•    El análisis por intención de tratamiento (ITT), en el que se tuvieron en cuenta todas las infecciones por VIH producidas a lo largo del período de seguimiento, mostró que los participantes que recibieron la profilaxis presentaron un riesgo de infección un 45% menor que los que tomaban placebo.
•    El análisis por intención de tratamiento modificada (mITT), en el que se excluyeron los participantes que ya mostraban niveles de ARN del VIH detectable en el momento de la inscripción en el estudio, demostró que la profilaxis con TDF/FTC redujo el riesgo de infección en un 42% respecto al placebo.
 
Además de actualizar los datos de eficacia general, también se compararon los resultados de la prevención en diversos subgrupos de participantes. Así, las personas que tomaron TDF/FTC con una regularidad suficiente como para presentar unos niveles detectables de fármaco en sangre tuvieron un riesgo un 92% menor de infección por VIH.
Se llevó a cabo un estudio tipo caso-control, en el que fueron comparados 48 participantes que se infectaron por VIH frente a 144 controles que no (en todos los casos, estas personas recibían TDF/FTC y no un placebo). Los controles fueron emparejados con los casos en función de la localización geográfica y el tiempo en el ensayo. Un análisis en el que se consideraron posibles factores de confusión reveló que, con respecto a los participantes que se infectaron, los pacientes control que no adquirieron el VIH tendían a presentar una mayor concentración de TDF en células (36% frente a 9%) y en plasma (40% frente a 8%), de FTC en células (41% frente a 11%) y en plasma (40% frente a 8%), o a tener un nivel detectable de cualquier fármaco (44% frente a 10%).
 
Por otro lado, no se encontraron pruebas de virus con resistencia a TDF o FTC en las personas que se infectaron durante el ensayo. Asimismo, la carga viral de los participantes que se infectaron no varió entre los que tomaban Truvada® y los que recibían placebo.
Estos dos factores (la ausencia de resistencia y las elevadas cargas virales en las personas a las que se administró TDF/FTC) resultan indicativos de que estos voluntarios mantuvieron un bajo grado de adhesión al régimen diario.
 
La eficacia protectora de la PPrE fue significativamente superior entre los 1.485 participantes que habían afirmado mantener relaciones anales receptivas en el momento de iniciarse el estudio que entre los que no (59% frente a 25%; p= 0,04).
Por otro parte, también se comprobó que la eficacia protectora de la profilaxis preexposición fue más elevada en los 332 participantes circuncidados cuando comenzó el iPrEx que entre los no circuncidados (83% frente a 36%), aunque esta diferencia no tuvo relevancia estadística (p= 0,10).
Se observó que la protección ofrecida por TDF/FTC no dependió del origen étnico, el consumo de alcohol, el nivel educativo o la edad.
 
Sin embargo, el análisis ha puesto de manifiesto que el uso de la PPrE no resultó tan eficaz en la prevención del virus entre la pequeña proporción de mujeres transexuales. Entre los 366 participantes (15%) que se declararon transexuales o que empleaban hormonas sexuales femeninas (casi ninguna de estas personas se había sometido a un cambio de sexo), tuvieron lugar 11 infecciones por VIH en el grupo de TDF/FTC y 11 en el de placebo. El equipo de investigadores planteó la hipótesis de que las diferencias en la eficacia de la PPrE entre los participantes transexuales y el resto podrían explicarse por el azar o por variaciones en los patrones de toma de los comprimidos, las prácticas sexuales o los efectos de las hormonas sobre el transporte de fármacos en la mucosa.
 
Los autores concluyeron que “la administración oral de FTC/TDF proporciona una protección adicional frente a la adquisición del VIH entre HSH que reciben un paquete integral de servicios preventivos”, y destacaron que dicha protección llegó al 92% en el caso de los hombres que tomaron TDF/FTC de forma regular, determinada mediante la detección de niveles detectables de TDF y/o FTC en sangre y células. El equipo del iPrEx señaló que la protección se situó entre el 90 y 100% en algunas sedes del ensayo.
Asimismo, se ha anunciado que se prevé llevar a cabo una ampliación del ensayo iPrEx (que se denominará iPrEx OLE) en el que todos los participantes tomarán TDF/FTC durante un período de 72 semanas, sin brazo de placebo.
Al igual que en el iPrEx, los voluntarios del iPrEx OLE recibirán un paquete integral de prevención del VIH, que incluirá la realización regular de pruebas, la distribución de preservativos, servicios de counselling, y el diagnóstico y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual.
Aparte de recopilar datos relativos a la eficacia y seguridad a largo plazo de la PPrE, también ofrecerá información adicional sobre si los participantes usarán la profilaxis de forma más constante ahora que los beneficios preventivos han quedado demostrados y que las personas saben que están recibiendo los fármacos activos y no un placebo.
Ya ha comenzado la inscripción en EE UU y Sudáfrica, mientras que las sedes de otros países están pendientes de la aprobación normativa antes de proceder a la misma. No obstante, se espera que todas estén completamente operativas en agosto de 2011.
Se añadirá una sede adicional en Chicago (EE UU) a las que ya participaron en el estudio original.

miércoles, 22 de junio de 2011

Expectativas poco realistas respecto a la capacidad preventiva de la PPrE

Esto podría tener repercusiones sobre su aceptación o posible uso como método de prevención



El pasado mes de noviembre, se hicieron públicos los resultados de un estudio denominado iPrEx, que demostraron que las personas que emplearon Truvada®(una combinación de tenofovir y emtricitabina) como profilaxis preexposición [PPrE] habían reducido en un 44% el riesgo de adquirir el VIH.
Este hallazgo fue recibido con gran optimismo, pues suponía que se ampliaba la gama de herramientas preventivas contra el VIH. Sin embargo, la estrategia del uso oral de antirretrovirales como prevención no está exenta de inconvenientes, como por ejemplo, el elevado coste que tienen los fármacos o el dilema ético que implica utilizar estos medicamentos en personas no infectadas cuando tantos pacientes con VIH no pueden acceder a ellos.
Asimismo, como sucede con todas las intervenciones preventivas iniciadas por la propia persona interesada, su eficacia va a depender mucho de su disposición a emplearla. Por este motivo, un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) y Lima (Perú) examinó esta cuestión en un estudio publicado en International Journal of STD & AIDS.
En su ensayo, los autores usaron dos técnicas distintas para evaluar la aceptabilidad de la profilaxis preexposición. Por un lado, se recurrió a la utilización de grupos focales ypor otro, a una técnica denominada ‘análisis conjunto’, que habitualmente se emplea para valorar las preferencias de compra de los consumidores. Los responsables del estudio indican que es la primera vez que se utiliza esta técnica específica de investigación de mercado para determinar qué aspectos son los más valorados en la PPrE por parte de sus potenciales usuarios.
El análisis contó con la participación de 45 personas (que formaban parte de las mismas poblaciones incluidas en el estudio IPrEx: trabajadoras sexuales, mujeres transexuales y hombres que practican sexo con hombres), que fueron distribuidas en siete grupos.
En los grupos focales, las personas debatieron acerca de los aspectos sociales relacionados con la PPrE, incluyendo su conocimiento y comprensión, así como la actitud de sus iguales al respecto. En estos grupos, los participantes expresaron su deseo de que la intervención profiláctica tuviera una eficacia del 100%.
Los resultados de los debates en los grupos focales evidenciaron que, a pesar de que el precio fue un aspecto destacado, los participantes mostraron también su preocupación por otros temas, como la desinhibición del comportamiento sexual, el potencial estigma relacionado con el uso de la PPrE y la falta de confianza de los profesionales sanitarios.
Por su parte, en el ‘análisis conjunto’, a las personas que formaron parte del estudio se les pidió que calificaran dos opciones posibles dentro de siete escenarios hipotéticos, y se les solicitó que puntuaran dichas opciones en una escala de cinco puntos (desde ‘sin duda lo aceptaría’ hasta ‘sin duda no lo aceptaría’).
Este análisis reveló que la circunstancia preferida fue una intervención barata (unos 10 dólares al mes), de elevada eficacia y de uso intermitente(deseaban que se pudiera administrar antes de practicar sexo). Los autores consideran que se trata un escenario poco realista, ya que su precio presumiblemente será mayor, se debería administrar de forma diaria (con independencia de si se prevé practicar sexo o no) y su eficacia no sería perfecta. Sobre este aspecto, los investigadores esperaban que el importe fuera un factor relevante, pero se vieron sorprendidos por el hecho de que los participantes le dieron la máxima importancia, por encima incluso de la propia capacidad preventiva de la PPrE.
Los responsables del estudio señalan que éste tiene ciertas limitaciones que impiden generalizar estos resultados a todas las personas en situación de riesgo de adquirir la infección; no obstante, afirman que se deberían realizar más ensayos similares con otras poblaciones y otros entornos.

Fuente: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH

martes, 31 de mayo de 2011

Primeros resultados prometedores de un nuevo microbicida vaginal

Está basado en un fármaco antirretroviral de la familia de los ITIN y ha evidenciado un buen perfil de seguridad y eficacia en el laboratorio



Alamelu Mahalingam y un equipo de colaboradores de la Universidad de Utah (EE UU) han presentado los resultados de las pruebas de seguridad y eficacia antiviral de un microbicida basado en IQP-0528, un antirretroviral de la familia de los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido (ITIN), desarrollado por ImQuest BioSciences. Sus hallazgos fueron publicados en la edición de abril de 2011 de Antimicrobial Agents and Chemotherapy.
Este fármaco, que todavía carece de nombre comercial, fue seleccionado por sus características positivas, ya que muestra una importante estabilidad en diversas condiciones fisiológicas, una amplia ventana terapéutica y una actividad antivírica en concentraciones muy pequeñas (nanomolares).
En las pruebas llevadas a cabo, se examinaron dos formulaciones en gel vaginal que contenían IQP-0528: una basada en hidroxietilcelulosa (HEC) y otra con un polímero de Carbopol®. Las propiedades de estos geles fueron evaluadas en el laboratorio empleando tanto líneas celulares como muestras de tejido del cuello de útero.
Ambos productos en gel demostraron tener una estabilidad física y química a lo largo de tres meses. Sin embargo, el gel con hidroxietilcelulosa (que contenía un 0,25% de IQP-0528) ofreció los mejores resultados de biodisponibilidad y, por tanto, fue elegido para evaluar su seguridad y actividad antirretroviral.
Las evaluaciones de seguridad in vitro (con las líneas celulares) y ex vivo (con el tejido procedente de muestras del cuello uterino) del gel con HEC evidenciaron que no se produjo una pérdida significativa de la viabilidad celular ni tampoco una respuesta inflamatoria significativa.
Los resultados de las pruebas del ensayo in vitro de inhibición de la entrada del VIH-1 dejaron patente que la concentración efectiva media (se refiere a la concentración de un fármaco que produce el 50% de la respuesta máxima tras un período de tiempo determinado, un parámetro estándar para valorar la potencia de un producto) de esta formulación fue de 0,14 µg/mL en el medio de cultivo.
En la prueba ex vivo con el tejido cervical, el gel demostró ofrecer una protección completa frente a la infección por VIH.
A la luz de estos resultados, los investigadores concluyeron que dichos hallazgos son alentadores y justifican que se pase a evaluar las formulaciones en gel con IQP-0528 en modelos in vivo, así como el desarrollo de formulaciones alternativas de este fármaco para su uso como microbicida.
Los autores mostraron su convicción de que esta formulación puede proporcionar una protección completa frente a la infección por VIH sin provocar toxicidad ni irritación significativa de los tejidos vaginales. De resultar eficaz, este gel microbicida también cuenta con la ventaja de que podría producirse a muy bajo coste, lo que favorecería su empleo en entornos con pocos recursos, donde más necesarias son este tipo de intervenciones.

Un nuevo microbicida basado en tecnología genética previene la transmisión sexual del VIH en ratones

Su acción, muy selectiva, tiene lugar sobre el virus y las células huésped



Un nuevo microbicida en investigación, que inhibe genes del VIH y de las células huésped para inactivar la transmisión del virus, se ha mostrado eficaz en el área intravaginal en ratones quiméricos con sistemas inmunitarios humanizados. Esta característica de los ratones incrementaría la probabilidad de que los resultados fueran extrapolables a humanos. El estudio, llevado a cabo por investigadores estadounidenses, ha sido publicado en la edición del 16 de mayo de Journal of Clinical Investigation.
El microbicida basa su funcionamiento en una técnica conocida como ARN de interferencia (ARNi), en que pequeños fragmentos de ARN con secuencias complementarias al gen a inhibir se unen al mismo e impiden su expresión. Esta misma técnica ha sido ya estudiada para modificar células madre y reintroducirlas a personas con VIH para que produzcan células CD4 resistentes a la infección.
En el presente ensayo, se introdujeron moléculas de ARNi aptas para inhibir la producción del correceptor CCR5 -utilizado por el VIH para infectar las células huésped- y diversas secuencias del VIH relacionadas con su capacidad infectiva. Para favorecer su especificidad, las moléculas de ARNi se unieron a unos fragmentos de ácidos nucleicos conocidos como aptámeros, capaces de reconocer moléculas determinadas. En el presente estudio, los aptámeros unidos al ARNi reconocían específicamente al receptor CD4, de manera que el ARN de interferencia solo llegaba a las células a las que el VIH podía infectar de manera potencial.
Los autores del estudio basaron su investigación en que la transmisión heterosexual del VIH tiene lugar con presencia prolongada del virus en el tracto genital -de casi una semana-, lo que constituye un período ventana adecuado para la acción de sustancias capaces de reducir la probabilidad de infección, como por ejemplo, los geles microbicidas.
Al evaluar in vitro la actividad de las moléculas ARNi-aptámero, estas se unieron de forma específica a las células con receptores CD4, inhibiendo la expresión de los correceptores CCR5 y, por tanto, reduciendo la probabilidad de transmisión del VIH. Además, al evaluar el empleo de dichas moléculas en el tejido vaginal, se observó que eran capaces de penetrar y llegar a células inmunitarias de partes profundas del mismo.
En la prueba para medir la eficacia in vivo, se utilizaron ratones con células inmunitarias humanas. Primero, se aplicó tópicamente en el tejido vaginal el gel que contenía las moléculas ARNi-aptámero y, más adelante, se expuso a los ratones al VIH también por vía intravaginal. En las 12 semanas posteriores a la exposición, ninguno de los ratones tratados mostró signos de infección por VIH, mientras que todos aquellos usados como controles -a los que no se había aplicado el gel- sí que los presentaron.
Los resultados de este estudio, aunque preliminares, ya que todavía no se ha ensayado la estrategia en humanos, son prometedores y abren un nuevo camino en la prevención de la infección por VIH.

Fuente: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH

domingo, 15 de mayo de 2011

El tratamiento con antivirales reduce en un 96% la posibilidad de transmitir el VIH

Los portadores del VIH que toman medicación antirretroviral inmediatamente después de conocer su estado, pueden reducir hasta en un 96% el riesgo de infectar a sus parejas.

Las personas portadoras del virus del VIH que toman medicación antirretroviral inmediatamente después de conocer su estado, pueden reducir hasta en un 96% el riesgo de infectar a sus parejas sexuales, según un estudio llevado a cabo en Estados Unidos. 

La investigación demostró que tomar esos medicamentos no sólo reduce la carga viral en las personas infectadas, sino que también hace que sean menos proclives a transmitir el VIH a otras personas.
El estudio reveló una reducción del 96% en la transmisión del VIH a las parejas sexuales cuando la terapia antirretroviral comienza temprano, antes de que el sistema inmune del paciente empiece a debilitarse por los efectos de la infección. 

En la investigación, coordinada desde los Institutos Nacionales de Salud del gobierno de EE.UU. (NIH, por sus siglas en inglés), comenzó en 2005 en trece comunidades de África, Asia y América. 

En él participaron 1.763 parejas mayoritariamente heterosexuales, en las que uno de los integrantes era portador del VIH. 

El estudio separó las parejas al azar. En la mitad de ellas, la persona infectada empezó a tomar la medicación inmediatamente. 

En la otra mitad, se demoró la medicación hasta que el nivel de células CD4, un signo clave de la salud inmunitaria, cayó por debajo de 250 o la persona contrajo otra enfermedad relacionada con el VIH. 

A ambos grupos se les dio consejos sobre practicas sexuales seguras, preservativos y tratamiento para enfermedades de transmisión sexual. 

En el grupo de aquellos que empezaron la terapia con antirretrovirales inmediatamente solo hubo una infección en una pareja. En el otro grupo hubo 27 infecciones. 

"Revolución en la prevención" 

"Este avance cambia las reglas del juego y conducirá a una revolución en la prevención. Hace del tratamiento del VIH una nueva opción preventiva prioritaria", indicó Michel Sidibe, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/sida. 

Según explicó el especialista en ciencia de la BBC, James Gallagher, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la transmisión sexual representa alrededor del 80% de todas las nuevas infecciones de VIH. 

Margaret Chan, directora general de la OMS, señaló en un comunicado que el descubrimiento supone "un desarrollo crucial". 

Después de llevarse a cabo algunos estudios observacionales en el pasado, se ha especulado sobre la utilidad de los antiretrovirales para prevenir la transmisión del VIH, pero los investigadores aseguran que esta es la primera vez que se ha demostrado en ensayos clínicos. 

Según Keith Alcorn, de la organización británica de lucha contra el VIH/sida NAM, aseguró que este estudio confirma lo que muchos estudios más modestos han estado señalando durante años. 

"Los donantes internacionales no pueden ignorar las pruebas durante más tiempo: el tratamiento del VIH es una forma poderosa de prevenir las infecciones y puede tener un efecto importante en la pandemia de VIH en los países más afectados", señaló Alcorn. 

Los resultados del estudio fueron tan convincentes que el panel responsable de supervisarlo detuvo el ensayo, que estaba previsto que finalizara en el 2015. 

El VIH afecta a más de 33 millones de personas en todo el mundo, según cifras oficiales de Naciones Unidas

Fuente: Diario Semana

miércoles, 27 de abril de 2011

La ampliación del acceso a la terapia antirretroviral podría evitar millones de huérfanos por sida en África


El acceso universal de los pacientes adultos al tratamiento antirretroviral, en comparación con la disponibilidad actual, permitiría evitar que más de 4 millones de niños se queden huérfanos debido al VIH en los países del África subsahariana más duramente afectados por el Sida, según la información publicada en la revista digital AIDS Research and Therapy.
“Los resultados de este estudio ponen de relieve el impacto positivo que la ampliación de los servicios de provisión de terapia antirretroviral (TARV) puede tener en los países subsaharianos que ya presentan cifras elevadas de huérfanos debido al sida”, comenta el equipo de investigadores, que añade: “Hemos descubierto que el conseguir un nivel de acceso universal a la TARV entre la población adulta podría evitar más de 4 millones de huérfanos de madre, de padre o de ambos progenitores a causa del sida, a lo largo de los próximos 10 años”.
Se calcula que 11,6 millones de niños en el África subsahariana ya han perdido a su madre, su padre, o a ambos, debido al VIH.
Los huérfanos tienen unas mayores necesidades materiales, físicas, sanitarias y psicológicas, y también existen pruebas de que presentan niveles más elevados de comportamientos de riesgo relacionados con el VIH. Además, los huérfanos seropositivos a menudo retrasan el acceso a los servicios esenciales de atención de la salud y presentan unas tasas de adhesión a la terapia antirretroviral malas.
El tratamiento antirretroviral ha reducido de forma significativa las tasas de enfermedad y muerte asociadas al VIH. A finales de 2008, se calculaba que, en el África subsahariana, el 44% de los pacientes elegibles para recibir terapia anti-VIH la estaban recibiendo.
El equipo de investigadores decidió determinar el impacto que tendría la generalización de la terapia antirretroviral sobre el número de huérfanos a causa del VIH a lo largo de un período de diez años (2009 - 2020) en los diez países subsaharianos más duramente afectados por el virus y con el mayor número de niños sin alguno de los dos progenitores.
En consecuencia, se desarrolló un modelo que tomaba en consideración factores demográficos, de fertilidad y de disponibilidad de la terapia antirretroviral, así como su eficacia.
Los investigadores plantearon dos escenarios: En el primero, se partió del supuesto de que el 100% de los adultos con VIH accederían a la terapia antirretroviral de forma inmediata. El segundo suponía que la disponibilidad de la terapia sería distinta entre los diferentes países y se basaría en criterios de selección clínicos.
Los resultados del modelo evidenciaron que el acceso universal a los antirretrovirales permitiría evitar 4,37 millones de huérfanos más para el año 2020, en comparación con un despliegue más gradual del tratamiento anti-VIH. En cada país en particular incluido en el modelo, la incidencia de orfandades se vería reducida de forma notable con el acceso universal a la terapia.
Los cálculos mostraron que el acceso universal, en conjunto, evitaría 3,15 millones de huérfanos de madre, 1,89 millones de huérfanos de padre y casi 750.000 huérfanos de ambos progenitores.
Según el modelo, los países que evitarían un mayor número de huérfanos fueron Sudáfrica (901.705), Nigeria (839.014) y Kenia (717.382).
Se comprobó que los actuales planes de despliegue de tratamiento tienen solamente un impacto limitado sobre la incidencia de niños que se quedan huérfanos en varios países, sobre todo en Zimbabue y Uganda.
El equipo de investigadores cree que sus hallazgos “tienen implicaciones importantes para la salud y calidad de vida de los niños que viven en el África subsahariana y otras zonas con epidemia de VIH”.
Los autores concluyen: “Nuestro modelo de proyección respalda de forma clara la idea de que la ampliación del acceso al tratamiento anti-VIH tendrá un efecto preventivo inmediato sobre la salud y bienestar de los niños en el África subsahariana. Si vamos a realizar avances importantes en el sustento de las futuras generaciones en África, la ampliación del acceso a la terapia antirretroviral debería ser de capital importancia”.

Fuente:  Aidsmap 

Primer uso de profilaxis preexposición en parejas que esperan tener descendencia en el Reino Unido


El Reino Unido empezará a utilizar la profilaxis preexposición (PPrE) para ayudar a que las parejas heterosexuales serodiscordantes, en las que el varón tiene VIH y la mujer no, puedan tener descendencia juntos, según afirmó la doctora Yvonne Gilleece en el transcurso de la conferencia de la Asociación Británica del VIH [BHIVA] en Bournemouth (Reino Unido). Apenas un puñado de parejas han recurrido a esta técnica hasta la fecha, pero no se han registrado transmisiones del VIH.

También este mismo mes, otro estudio ha evidenciado cómo las parejas que desean concebir valoran la ‘normalidad’ que significa el embarazo, pero descubren que una intervención médica como el lavado de esperma menoscaba esta normalidad. La reducción de la carga viral de la persona a un nivel indetectable gracias al tratamiento anti-VIH puede hacer que la pareja se sienta más segura para concebir mediante la práctica de lo que estas personas consideran ‘sexo real’.

Profilaxis preexposición

La profilaxis preexposición consiste en el uso de fármacos antirretrovirales por parte de personas sin VIH para prevenir la infección por este virus. El pasado año, un ensayo internacional demostró que la utilización diaria de un régimen de PPrE redujo de forma notable el número de infecciones en hombres que practican sexo con hombres.
Las clínicas europeas habían descrito anteriormente el empleo de la PPrE como una herramienta adicional (junto con el tratamiento antirretroviral, capaz de reducir la capacidad de infección de la persona con VIH) para permitir que las parejas heterosexuales puedan tener unas relaciones sexuales de forma regular a fin de conseguir que la mujer se quede embarazada con un riesgo reducido de que se produzca la transmisión del VIH.
En la conferencia de la BHIVA, la doctora Gilleece resumió los servicios anteriores a la concepción que ofrecen el Hospital Royal Sussex County (Brighton) y el Hospital Heartlands de Birmigham. Estas clínicas trabajan tanto con parejas locales como con otras derivadas de otros centros hospitalarios.
Antes de someterse a estos procesos, las parejas requieren una información, un debate y un counselling exhaustivos. Es importante examinar otras opciones como el lavado de esperma y la adopción, así como explicar de forma completa los datos disponibles sobre el tratamiento anti-VIH y la capacidad de infección. Además, las parejas deben adoptar una actitud de “no culpabilización” y han de considerar el peor escenario posible.
Como este uso de fármacos antirretrovirales no está aprobado y sigue existiendo un riesgo de transmisión del VIH, las parejas tienen que dar una aprobación por escrito antes de proceder.
Gilleece señaló algunos de los motivos por los que las parejas eligen utilizar profilaxis preexposición: Es posible que no puedan obtener fondos del Sistema Nacional de Salud (NHS) para el lavado de esperma (especialmente si ya tienen un hijo) y quizá no tengan dinero para pagar este servicio en un centro privado. El lavado de semen supone desplazarse a Londres y someterse a unos procesos que pueden ser desagradables, mientras que mediante el empleo de la PPrE, la concepción puede vivirse de un modo más natural.
Sin embargo, existen diversas situaciones en las que el uso de la PPrE resultaría inadecuado, como por ejemplo cuando un miembro de la pareja está coinfectado por hepatitis, cuando son necesarias intervenciones de fertilidad, en caso de que exista una carga viral del VIH detectable en sangre o semen, o cuando una pareja siente mucha ansiedad respecto a la posibilidad de transmisión del virus.
Se recomienda que el miembro de la pareja que no tiene VIH tome una o dos dosis de tenofovir o Truvada® (tenofovir y emtricitabina [FTC] combinados en una misma píldora) entre 24 y 36 horas antes de practicar sexo y, posteriormente, otra dosis una o dos horas después. A las parejas se les aconseja que limiten las relaciones sin protección a los días del mes de la ovulación (y se les enseña cómo calcularlos).
Hasta la fecha, solo cinco parejas han pasado por este programa y se han registrado cuatro embarazos. Como resultado, se produjo un nacimiento de un bebé vivo, otra gestación está en curso y se registraron dos abortos. Una de las parejas dejó de utilizar la PPrE cuando la pareja masculina presentó una serie de repuntes en la carga viral (todos los hombres tenían una viremia indetectable cuando entraron en el programa). Las parejas practicaron sexo sin protección una media de tres veces antes de conseguir el embarazo (mínimo de una, máximo de cinco).
A pesar de que estas cifras son demasiado pequeñas como para poder extraer algún dato fiable sobre seguridad, no se registró ningún caso de transmisión del VIH.
Gilleece afirmó que estos datos preliminares (los primeros procedentes del Reino Unido) sugieren que este enfoque constituye un modo seguro y eficaz de reducir el riesgo. Aunque es probable que aumente su demanda, los actuales ensayos sobre profilaxis preexposición no están examinando este enfoque. La doctora indicó que las clínicas de este país solo deberían utilizar la PPrE en colaboración con otros centros que cuenten con más experiencia, y que se deberían reunir los datos de todo el Reino Unido para poder evaluar la seguridad y eficacia de esta profilaxis a una mayor escala.

Valoración del riesgo

Otro estudio llevado a cabo en hombres y mujeres que formaban parte de parejas serodiscordantes (en las que una persona tenía VIH y la otra no) ha arrojado luz sobre cómo se sopesaron los riesgos y las intervenciones cuando existía un deseo de tener descendencia.
Carmel Kelly efectuó una serie de entrevistas cualitativas en profundidad con seis mujeres y cuatro hombres en Irlanda del Norte. Algunas de las personas participantes tenían VIH y otras no, pero en todos los casos, su pareja tenía un estado serológico distinto al suyo. Los participantes procedían de Irlanda, África y Europa del Este.
Para todas las personas entrevistadas, las decisiones sobre tener hijos ya no podían darse por sentadas o tomarse sin consultar con los médicos. La comprensión de los riesgos y posibilidades desde el punto de vista biomédico se convirtió en un aspecto central de sus planes de futuro. De hecho, algunas de las personas participantes habían supuesto previamente que ya les sería imposible tener hijos, y el diálogo con los especialistas del VIH ayudó a que muchas entendieran y se convencieran de que tener un bebé en el contexto del VIH resultaba relativamente seguro y normal.
No obstante, en ocasiones, estos sentimientos pueden verse en entredicho tras desagradables encuentros con especialistas en fertilidad o personal médico no especialista en VIH que obstaculicen las aspiraciones de dichas personas de tener descendencia.
“Él [el médico] me dijo: ‘He de tener en cuenta la protección de mi personal de enfermería y medicina y usted también debería pensar en la protección de su esposa’. Me hizo sentir que yo era una amenaza para todo el personal clínico y para mi familia. Y había ido allí en busca de ayuda. No fui para que me echaran en cara cosas como si fuera un enemigo o un arma causantes de disensión”.
Los participantes comentaron cómo el hecho de tener VIH les había afectado en sus vidas sexuales, así como su deseo de que las cosas fueran lo más ‘normales’ posibles. Varios hombres pusieron especial hincapié en el sexo sin protección, que fue considerado por ellos como ‘sexo real’.
“Aquí estoy, intentando lidiar con el tratamiento, sin decir a nadie mi diagnóstico, y ahora ni siquiera puedo estar con mi esposa. ¿Durante cuánto tiempo? ¿Una noche? ¿Dos meses? ¿Un año? ¿Dos años? No. Para siempre. A partir de ahora, el sexo está descartado. Me refiero al sexo real. Se trata de otra prisión, de otra condena”.
Las mujeres fueron más propensas a encontrar aceptable el uso de preservativos y también tendieron más a disfrutar del sexo si sabían que estaban protegiendo a su pareja frente al VIH.
Para varias personas entrevistadas, la decisión de tener un niño con su pareja fue un paso fundamental en su relación y supuso un signo de normalidad tanto para ellas como para el mundo exterior. Una mujer sin VIH explicó cómo su embarazo serviría de distracción a los componentes de la comunidad que sospechaban del estado serológico de su pareja.
Otro entrevistado se esforzó por explicar en inglés (que no era su idioma materno) lo básico que le resultaba el deseo de tener un hijo para su sensación de identidad.
“Desde entonces, he tenido la idea de tener un bebe porque me considero a mí mismo un ser humano. Yo era alguien que (me cuesta expresarlo en inglés) podía procrear. Cuando estamos sanos, cuando nacemos y crecemos, tenemos la idea de tener hijos porque nosotros mismos fuimos procreados (...) Pero cuando adquirí el VIH, creí que eso se había acabado para mí. Ya no podía tener hijos. Tener una mujer, una esposa y tener hijos sanos. Estas cosas me afectaron mucho. Cuando pensaba sobre ello creía que ya no era útil para nadie (...) He corrido el riesgo de hacerlo porque deseo sentirme como un hombre”.
Sin embargo, este mismo hombre y su mujer no se sentían cómodos con la idea del lavado de esperma:
“Hablé con los médicos, discutimos, me dijeron cosas, me señalaron que el único modo de tener un bebé sin dañarlo era el lavado [de esperma] (...) No es eso lo que la gente quiere. Quieren tener un hijo del modo normal, ya sabes. Mi mujer, cuando lo hablamos, indicó que no, que no podía hacerlo así, que para eso era mejor no tener un bebé. Cuando ella nació, no lo hizo por ese método. Ella quería que todos los bebés que fuera a tener en el futuro nacieran del modo en que lo hizo ella, el modo normal, ya sabes”.
El lavado de esperma es una técnica en la que dicho líquido corporal es tratado en el laboratorio antes de proceder a usarlo para una inseminación artificial. El elevado coste de este procedimiento hace que pueda plantear conflictos con los organismos sanitarios respecto al pago y la disponibilidad. Cada intento de concepción (y pueden producirse varios) requiere que las personas tengan que desplazarse a Londres.
Otro hombre había valorado la posibilidad del lavado de semen, pero expresó su preferencia por un embarazo “al estilo normal, sin ninguna intervención”. Es digno de señalar que la reducción de la carga viral mediante el tratamiento antirretroviral lo consideraba algo normal y no lo percibía como una intervención extra.
“Sabes que se han sugerido diversas alternativas que podíamos aplicar y nos sentamos, debatimos y pensamos que, bueno, viendo que estaba siendo capaz de controlar el virus y mantener la carga viral, podíamos optar simplemente por el modo normal, sin ninguna intervención”.
Diversos participantes habían practicado sexo sin protección en diferentes ocasiones (a veces, incluso durante el período anterior al diagnóstico del VIH) y esto les hizo generar una fe o confianza en sus posibilidades de tener relaciones sexuales sin que se produjera la transmisión del virus. Esta fe se había visto apuntalada por una creciente conciencia de la relevancia de la medicación y la carga viral sobre los riesgos de transmisión.
Una mujer sin VIH explicó que llegó a considerar el riesgo de transmisión como algo no excepcional.
“La segunda vez [el segundo embarazo] había llegado a ser bastante normal. Ya sabes, no fue nada del otro mundo (...) Ya sabes, mantener relaciones sexuales sin protección con alguien con VIH para quedarse embarazada. Para otra persona habría sido como ‘¿qué?, ¿que has hecho qué?, ¿estás loca?’, mientras que para nosotros fue como, ya sabes, si quieres tener otro”.
Con todo, su confianza en el bajo riesgo de transmisión se ciñó únicamente a los momentos en que estaba intentando tener un bebé. El sexo sin protección no supuso una posibilidad en otro momento.
En la conclusión de su estudio, Carmel Kelly declaró que sus hallazgos demostraban cómo las prioridades e intenciones personales son un aspecto clave en la negociación del riesgo en las relaciones sexuales. La comprensión de los aspectos biomédicos del riesgo (incluyendo los basados en la carga viral) queda compensada por un conjunto más amplio de expectativas, propósitos y deseos.