Desde su creación en 2005, los Activistas Internacionales por un Microbicida Rectal (IRMA) han tenido un crecimiento y un éxito significativo. A partir de un número de miembros que podía contarse con los dedos de una mano, IRMA ha construido una red de más de 500 activistas, investigadores y personas que redactan las políticas en más de 40 paises de los 5 continentes.

El objetivo de IRMA-ALC es trabajar en conjunto con IRMA, pero con el propósito específico de difundir información sobre los Microbicidas Rectales en nuestra parte del mundo, y, siempre que sea posible, en castellano y en otros idiomas regionales.

viernes, 20 de agosto de 2010

Anticuerpos: ¿La clave de la protección?

Anticuerpos y la búsqueda de una vacuna contra el VIH


Los anticuerpos son una de las principales armas con las que cuenta el organismo para defenderse frente a las enfermedades. Estas proteínas que luchan contra la infección son producidas y desplegadas por el sistema inmunitario humano en respuesta a la presencia de patógenos invasores. Los anticuerpos también pueden ser generados mediante la vacunación. Las vacunas simulan una infección real, induciendo al sistema inmunitario para que produzca células capaces de generar anticuerpos contra un patógeno específico. 

Estas células se mantienen en espera, dispuestas a actuar con rapidez si un patógeno entra en el organismo. Se cree que los anticuerpos son el motivo por el que la mayor parte de -si no todas- las vacunas que se usan actualmente son capaces de proteger frente a la enfermedad. Por todo esto, los anticuerpos son objeto de un importante foco de investigación para desarrollar una vacuna protectora frente al VIH/sida.

PROTUBERANCIA DEL VIH

La superficie del VIH está cubierta de una especie de protuberancias compuestas de proteínas. Gracias al uso de microscopios especiales y de rayos X se ha podido estudiar la estructura de estas proteínas y se han generado imágenes como ésta. Como estas protuberancias de proteínas son la única parte expuesta del virus, constituyen un blanco de los anticuerpos generados contra el VIH. Sin embargo, estas proteínas están recubiertas de unas voluminosas moléculas de azúcares –representadas aquí en morado– que actúan como una armadura, protegiendo al virus frente a los anticuerpos. Las protuberancias proteicas del VIH también están modificando de manera constante su forma, ayudando así al virus a evadir la acción de los anticuerpos.

ANTICUERPOS


El sistema inmunitario de las personas infectadas por VIH acaba generando anticuerpos contra el virus. Los científicos pueden aislar estos anticuerpos de la sangre y estudiarlos para reunir pruebas respecto a aquellos tipos que podrían necesitar inducirse, mediante una vacuna contra el VIH (antes de que se produzca la exposición al virus), para bloquear la infección. Los anticuerpos pueden actuar de diversos modos, algunos de los cuales se describen a continuación.

CÓMO FUNCIONA LA NEUTRALIZACIÓN


El VIH, como cualquier otro virus, debe entrar en las células para provocar una infección. Los anticuerpos que fijan sus ‘brazos’ a las protuberancias proteicas del VIH pueden evitar que éste penetre en sus células dianas. Estos anticuerpos se denominan anticuerpos neutralizantes, ya que inhiben o neutralizan el virus. Después de que el VIH se vea neutralizado por los anticuerpos, unas células inmunitarias especializadas destruyen el virus, eliminándolo del organismo.

El VIH es uno de los virus más variables jamás descubierto. Esto supone un gran problema para el desarrollo de vacunas. Para combatir esta variabilidad, se está intentando diseñar candidatas a vacuna capaces de inducir anticuerpos que neutralicen muchas variantes del VIH, los denominados anticuerpos ampliamente neutralizantes. De manera reciente, se han aislado varios de estos anticuerpos de voluntarios con el virus. Hoy en día, se está trabajando con la filosofía de ingeniería inversa para elaborar una candidata a vacuna del VIH basada en dichos anticuerpos. 

En primer lugar, se estudia el lugar del virus al que se unen y, a continuación, se diseña un inmunógeno (el componente de una vacuna que estimula al sistema inmunitario) con una estructura similar a la parte del VIH a la que se adhieren los anticuerpos. Por último, estos inmunógenos serán sometidos a pruebas para comprobar si generan anticuerpos ampliamente neutralizantes en las personas vacunadas.

OTRAS FUNCIONES DE LOS ANTICUERPOS


Los anticuerpos también pueden inhibir el VIH al facilitar la destrucción de las células infectadas por el virus. Cuando los ‘brazos’ de un anticuerpo se fijan a una célula con VIH, unas células inmunitarias denominadas “células asesinas naturales” pueden activarse y unirse al extremo del anticuerpo. Acto seguido, estas células eliminan la célula infectada.

Los anticuerpos, igualmente, pueden inhibir la capacidad del virus para atravesar las superficies de las mucosas, la primera línea de defensa del organismo en el caso de la transmisión sexual del VIH. Hace poco, se comprobó que una combinación de candidatas a vacuna era capaz de reducir el riesgo de infección por VIH en un 31%. Los anticuerpos inducidos por esta candidata no eran capaces de neutralizar el virus, pero podrían haber actuado de alguna de estas otras maneras.

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