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lunes, 31 de mayo de 2010

Incluso con la TARV, los pacientes con VIH siguen presentando marcadores que señalan un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos y renales

Los marcadores biológicos clave relacionados con un mayor riesgo de padecer enfermedades graves como cardiopatías o disfunciones renales son elevados en pacientes con VIH, incluso en el caso que estén tomando terapia antirretroviral (TARV), según evidencia un estudio publicado en la edición del 15 de junio de Journal of Infectious Diseases.

Los autores compararon los niveles de proteína C reactiva, interleuquina 6 (IL-6), dímero-D y cistatina C entre los pacientes estadounidenses con VIH que participaban en el estudio SMART sobre interrupción de tratamiento y los participantes en dos grandes ensayos de EE UU sobre la población general.

Incluso después de tener en cuenta el uso del tratamiento anti-VIH y la supresión de la carga viral, el equipo de investigadores descubrió que los niveles de estos marcadores biológicos (que son indicadores del grado de inflamación, coagulación y función renal) fueron superiores en las personas con VIH.

Cada vez hay más datos que indican que los pacientes con VIH presentan un mayor riesgo de sufrir enfermedades graves no definitorias de sida, como patologías cardiovasculares, disfunción renal, hepatopatía y algunos tipos de cáncer. No están claros los motivos de esto, pero se ha sugerido que la infección por VIH provoca una inflamación constante, coagulaciones y otras alteraciones.

Para comprobar esta hipótesis, los investigadores compararon los niveles de cuatro biomarcadores clave medidos en 781 pacientes con VIH de EE UU que participaron en el estudio SMART con los determinados en los estudios de gran tamaño MESA (siglas en inglés de Estudio Multiétnico de Aterosclerosis de EE UU) y CARDIA [siglas en inglés de Desarrollo de Riesgo Coronario Arterial en Adultos Jóvenes].

Estos ensayos contaron con varios miles de pacientes, y aunque las personas no se sometieron a pruebas del VIH, se cree que la prevalencia de la infección era muy baja.

Se registraron diferencias significativas entre los pacientes en el estudio SMART y los de los ensayos MESA y CARDIA.

Los participantes con VIH fueron más propensos a fumar y tomar medicación para reducir sus niveles de colesterol o presión arterial. Estas personas también tuvieron un mayor nivel de colesterol y un índice de masa corporal (IMC) más bajo.

Los voluntarios del estudio SMART fueron clasificados en función de su edad (33-44 años y 45-76 años). La mayoría de los pacientes más jóvenes (51%) y de los de mayor edad (62%) mostraban una carga viral inferior a 400 copias/mL.

El primer análisis de los investigadores mostró que, en comparación con los pacientes del estudio CARDIA, los niveles de proteína C reactiva fueron un 42% superiores en los participantes con VIH, y los niveles de IL-6, un 59% mayores en esas personas.

Además, los niveles de proteína C reactiva (p= 0,003), IL-6 (p <0,001), dímero-D (p <0,001) y cistatina C (p <0,001) fueron todos ellos significativamente superiores en los participantes del estudio SMART respecto a los del ensayo MESA.

El equipo de investigadores pasó entonces a considerar el efecto de la terapia antirretroviral y la viremia sobre estos marcadores biológicos.

Los niveles de dímero-D fueron más elevados en los pacientes que no tomaban tratamiento anti-VIH. Éste fue el caso tanto de los más jóvenes (62% superior; p <0,001) como de los de mayor edad (63% superior; p <0,001).

Sin embargo, con independencia del empleo de la terapia antirretroviral, los niveles de dímero-D fueron superiores en los pacientes con VIH de menor edad y en los participantes con más años en comparación con los integrantes del ensayo MESA.

Los responsables del estudio restringieron su análisis a los pacientes con una carga viral inferior a 400 copias/mL y descubrieron que los cuatro biomarcadores fueron más altos en los pacientes del ensayo SMART (tanto en el caso de los de menor edad [p <0,001] como en los mayores [p <0,001]) que en los participantes en otros estudios.

El tipo de terapia antirretroviral también pareció influir sobre los niveles de los biomarcadores.

Los niveles de proteína C reactiva fueron superiores en los pacientes que tomaban un fármaco de la familia de los inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósido (ITINN) que los que recibieron un inhibidor de la proteasa (p <0,001). Los participantes tratados con el análogo de nucleósido abacavir presentaron unos niveles más altos de este biomarcador que los que tomaron otros fármacos de esta familia (p= 0,05); asimismo, los niveles de IL-6 también fueron elevados entre los pacientes que tomaban abacavir (p= 0,03).

La relación entre la infección por VIH y los mayores niveles de los biomarcadores se mantuvo cuando el equipo de investigadores tuvo en cuenta posibles factores de confusión, como el hecho de fumar y la coinfección por el virus de la hepatitis C.

“En resumen -escriben los investigadores-, descubrimos que los marcadores de inflamación, coagulación y función renal fueron elevados en los participantes del estudio infectados por VIH -tanto si recibían terapia antirretroviral como si no-, en comparación con los pacientes de dos grandes estudios basados en la población. Es necesario investigar los motivos de estas elevaciones y de las intervenciones necesarias para reducirlas”.

Los autores de un artículo editorial en el mismo ejemplar de la revista que publicó el estudio señalaron que la investigación fue “realizada de forma cuidadosa” y que “el ajuste estadístico de las covariables no redujo la fortaleza de la relación entre los biomarcadores inflamatorios y la infección por VIH”.

Se sugiere que la activación inmunitaria constante y la inflamación son la explicación de estas observaciones. Los autores del editorial afirman que resulta de crucial importancia la identificación de los mecanismos subyacentes y encontrar estrategias para evitar que sucedan.

Fuente Aids MAP, http://www.aidsmap.com/

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