Desde su creación en 2005, los Activistas Internacionales por un Microbicida Rectal (IRMA) han tenido un crecimiento y un éxito significativo. A partir de un número de miembros que podía contarse con los dedos de una mano, IRMA ha construido una red de más de 500 activistas, investigadores y personas que redactan las políticas en más de 40 paises de los 5 continentes.

El objetivo de IRMA-ALC es trabajar en conjunto con IRMA, pero con el propósito específico de difundir información sobre los Microbicidas Rectales en nuestra parte del mundo, y, siempre que sea posible, en castellano y en otros idiomas regionales.

lunes, 5 de julio de 2010

El estrés aumenta el riesgo de infección por VIH en hombres gays

Los sucesos vitales estresantes parecen incrementar el riesgo de infección por VIH entre los hombres gays, según informa un equipo de investigadores canadienses en la edición digital de la revista AIDS. 

Los varones que dieron positivo en la prueba del VIH fueron más propensos que los que dieron negativo a declarar haber experimentado recientemente cinco o más sucesos estresantes. 

“Hemos observado que los hombres gays y bisexuales (...) que afirmaron haber experimentado acontecimientos vitales estresantes mostraron un mayor riesgo de infección por VIH, y se comprobó que este efecto se vio, en parte, alterado por el comportamiento sexual de riesgo”, comentan los autores. 

Se ha relacionado el estrés con un mayor riesgo de padecer infecciones de transmisión sexual entre las personas heterosexuales. Sin embargo, no había muchos datos relativos al impacto de este estado de tensión física y psicológica sobre el riesgo de infección por VIH en el caso de los hombres homosexuales. 

En consecuencia, un equipo de investigadores del grupo de Estudio Polaris sobre Seroconversión al VIH de Ontario (Canadá) llevó a cabo un análisis retrospectivo con control de casos para determinar el impacto del estrés sobre el riesgo de infección por VIH. 

Los hombres gays y bisexuales que dieron positivo en la prueba del VIH (123) fueron emparejados con hombres gays y bisexuales que dieron negativo (240). Los 363 participantes completaron un cuestionario en el que se les preguntaba por sus experiencias recientes respecto a 35 sucesos vitales estresantes, en el ámbito de la salud, las relaciones, el dolor por alguien fallecido, la economía y el empleo, y la delincuencia. 

También se reunió información sobre los comportamientos sexuales de riesgo. 

Los varones diagnosticados de VIH comunicaron un número mediano superior de acontecimientos vitales estresantes que los que no tenían el virus [3 frente a 2; p= 0,002]. 

El estrés relacionado con la salud (p= 0,005), las relaciones (p= 0,02), debido al duelo por alguna persona (p= 0,01), por la economía o el empleo (p= 0,005) y por la delincuencia (p= 0,02) fueron mencionados en todos los casos con una frecuencia significativamente mayor por los hombres que dieron positivo en la prueba del VIH. 

El experimentar un mayor número de sucesos estresantes estuvo relacionado con una más alta probabilidad de declarar haber practicado relaciones anales receptivas sin protección con una pareja seropositiva, o con un estado serológico al VIH desconocido. Esta asociación no llegó a tener significación estadística (p= 0,06). 

Además, una proporción más elevada de hombres con VIH comunicaron cinco o más sucesos estresantes recientes (33% frente al 20%). 

El primer conjunto de análisis estadísticos de los autores evidenció que experimentar cinco o más acontecimientos estresantes aumentaba de forma significativa el riesgo de infección por VIH (cociente de probabilidades [CP]: 2,5; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,3 - 4,7). 

No obstante, la relación entre estrés e infección por VIH se debilitó y dejó de ser significativa cuando se tuvieron en cuenta los comportamientos sexuales de riesgo. La relación se vio aún más atenuada al considerar las declaraciones de sexo receptivo sin protección con una pareja con VIH, o de estado serológico desconocido. 

Los investigadores propusieron tres posibles motivos por los que el estrés podría aumentar el riesgo de infección por VIH. 

En primer lugar, sugieren que dicho estado puede dañar la salud mental. Las entrevistas realizadas a 30 hombres recientemente infectados por VIH revelaron que se encontraban en una mala situación emocional. 

En segundo lugar, propusieron la hipótesis de que el estrés pudiera conducir a la participación en redes sexuales donde existe una prevalencia del VIH más alta. Por ejemplo, los hombres que declararon sentirse estresados fueron más propensos a afirmar que se habían encontrado con parejas sexuales en clubs de baile o sexuales. 

Finalmente, postularon que el estrés podría dañar al sistema inmunitario. En otros estudios se ha puesto de manifiesto que las personas que están estresadas tienen más probabilidades de infectarse por virus como el del resfriado común. 

“Si los sucesos vitales estresantes aumentan el riesgo de infección por VIH, esto tiene implicaciones en el ámbito de la prevención”, comenta el equipo de investigadores. 
Las campañas preventivas podrían promover estrategias eficaces para enfrentarse al estrés, sugieren los autores. 

Además, el equipo de investigadores “aconseja a los médicos que informan a los pacientes de un resultado positivo en la prueba del VIH que sean conscientes de que esas personas pueden encontrarse simultáneamente sufriendo estrés por otros sucesos vitales, y que les ofrezcan counselling de apoyo en caso necesario”. 

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