Desde su creación en 2005, los Activistas Internacionales por un Microbicida Rectal (IRMA) han tenido un crecimiento y un éxito significativo. A partir de un número de miembros que podía contarse con los dedos de una mano, IRMA ha construido una red de más de 500 activistas, investigadores y personas que redactan las políticas en más de 40 paises de los 5 continentes.

El objetivo de IRMA-ALC es trabajar en conjunto con IRMA, pero con el propósito específico de difundir información sobre los Microbicidas Rectales en nuestra parte del mundo, y, siempre que sea posible, en castellano y en otros idiomas regionales.

viernes, 30 de julio de 2010

Se proponen meses ‘sin sexo’ como cortafuegos del VIH en los países más afectados

Dos importantes investigadores en el ámbito del VIH afirman que los países más afectados por la epidemia deberían probar si la promoción de un mes nacional de abstinencia sexual es capaz de ralentizar la propagación del virus, interrumpiendo la cadena de transmisión durante la etapa primaria -altamente infecciosa- de la infección.
El profesor Alan Whiteside, de la División de Investigación en Economía de la Salud y VIH/Sida (HEARD, en sus siglas en inglés) de la Universidad de Kwazulu-Natal, y el doctor Justin Parkhurst, de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM, en sus siglas en inglés), indican que si los modelos matemáticos evidencian que la idea tiene potencial, tendrían que realizarse campañas a escala nacional para poner a prueba esta hipótesis.
Suazilandia ya está valorando la idea, afirma el profesor Whiteside.
Los niveles de VIH alcanzan su máximo en el período comprendido entre un mes y seis semanas tras la infección, antes de que las respuestas inmunitarias comiencen a controlar el virus. Las personas en esta fase de la infección están implicadas entre el 10 y el 45% de las transmisiones del virus.
Si se consigue evitar que grandes cantidades de personas recientemente infectadas transmitan el virus durante un mes, esto podría tener un efecto similar a un “cortafuegos”, del mismo modo que se talan árboles en un bosque para evitar que los incendios se propaguen.
El profesor Whiteside y el doctor Parkhurst plantean la hipótesis de uno de los motivos por el que los países árabes presentan una prevalencia muy inferior del VIH, además de por la realización universal de la circuncisión: durante el mes de ayuno del Ramadán, los fieles deben abstenerse de practicar sexo durante las horas diurnas.
Sin embargo, a pesar de que convertir a las personas a una religión no resulta una estrategia práctica de salud pública, los autores señalan los días ‘sin tabaco’ de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sugieren que las campañas [incluso temporales] pueden reducir los comportamientos de riesgo en una población.
“Tras contemplar el orgullo y unidad nacionales compartidos por los ciudadanos en Sudáfrica durante el Mundial de Fútbol, estoy convencido de que las movilizaciones comunitarias pueden funcionar. Esto podría ser un avance en algunas de las comunidades más afectadas. Este tipo de iniciativa podría proporcionar a los países hiperendémicos una adaptación excepcional y a corto plazo que resulta rentable, fácil de monitorizar y que no crea un estigma adicional”, declaró Alan Whiteside.
“Es difícil cambiar el comportamiento de las personas de forma permanente, pero cuando se movilizan las comunidades para actuar de forma conjunta, no es imposible imaginar períodos regulares de cambios de comportamiento compartidos por comunidades enteras o incluso por todo un país”.
Las pruebas muestran que si todas las personas pudieran hacer esto de forma simultánea, tendría un mayor efecto protector que si cada una intenta hacerlo de forma independiente. Por supuesto, este esfuerzo tendría que estar diseñado para adaptarse a los contextos y culturas locales, pero ofrece otra posible estrategia para la lucha contra el VIH”, advirtió Justin Parkhurst.
Los autores señalan que un mes de “sexo seguro/sin sexo” también proporcionará datos fácilmente verificables en cuanto al grado de adhesión, que quedaría evidenciado por el número de nacimientos que se producirían nueve meses tras la campaña.
“En vista de que las tasas de incidencia se mantienen tan elevadas en la zona meridional de África, quizá descubramos que esta especie de estrategia novedosa para abordar la epidemia supone una oportunidad real para la prevención”, añadió Whiteside.
Los investigadores sugieren que la idea debería adaptarse a las distintas poblaciones, dependiendo de qué factor es el que impulsa la epidemia. Entre los mineros de Sudáfrica, por ejemplo, un mes ‘sin sexo comercial’ podría ser lo más adecuado. En otros contextos, podría merecer la pena promover un mes de practicar ‘únicamente sexo seguro’.
“Para algunas personas, la monogamia permanente puede constituir un objetivo difícil de mantener a largo plazo, pero ‘un mes de monogamia’ podría suponer un punto de partida útil (...). En países hiperendémicos, los artífices de políticas, poblaciones y políticos están abiertos a nuevas ideas para abordar la epidemia”, concluyen.

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